Me dicen por ahí que parezco
burgués, que mis ideas son agresivamente creadas en pensamientos fascistas; y
yo siempre me pregunto lo mismo y siempre termino con la misma respuesta. Me dicen
que estudio el idioma del imperialismo, que las aguas en las que decido bañarme
están ultrajadas, son vendidas y compradas, son falsas y llevan a la
destrucción. Me dicen que consumo cultura, que miro para arriba y al costado, y
no al frente como debería ser, para alcanzar la victoria. Me dicen que le
muestro una realidad que no es o que es una mentira a los que tienen la chance
de iluminarse con el conocimiento. Me dicen que digo mentiras, y ahora deben
estar leyendo y diciendo que digo mentiras. Me piensan como un pensador no
comprometido, se muestran autoritarios, ordinarios, indiferentes a mi conducta
que dictaminan de hipócrita, de infantil, de inmadura, de derecha, opositora,
golpista. Me señalan y me quieren hacer desaparecer, me quieren linchar. Me
prohíben decir algunas cosas, y me restringen pensar otras. Critican mi forma
de vestir, de caminar, de respirar.
Les digo que mejor se fijen en ellos mismos para crecer. Les pido
también que me definan la palabra burgués, les pregunto porqué la usan y en qué
contextos, al igual que la palabra fascista, facho, nazi, entre otras. Les digo
que estudio inglés porque me gusta el idioma, porque tomé la decisión basándome
en cuestiones y momentos de mi vida, en los cuales nunca reprimí nada o
discriminé a nadie. Les digo que para mí podrán existir títulos, contratos,
potestades, pero que nada es de nadie ni todo es de todos, porque las cosas NO
son, no se poseen. Les digo que enseño lo que sé, y enseñar para mí implica
mostrar, mientras que él o la que aprende pueda elegir, decidir por su cuenta.
Les digo que el conocimiento no es mío, ni tampoco de ellos, sino que es
compartible. Les digo que la opinión es la libertad primera y única; la
imaginación es el regocijo de los reprimidos; y el suicidio, el silencio de los
que deciden callar. Les digo que ser sensible no es ser un pendejo; la falta de
sentimiento no existe, porque sentir está en nuestra naturaleza, está en la
naturaleza de todo lo que existe y de lo que todavía no también. Les digo que
sí, que tengo miedos, porque los insectos tienen miedos, porque los leones
también los tienen. Les digo que no me gustaría desaparecer físicamente, ni
verbalmente. Les sugiero que no se llenen la boca con discursos falsos, con
verdades generalizadas y disfrazadas, porque el mundo se cansa y cuando se
cansa, explota, y cuando explota, deja de existir, y la falta de existencia
traer dolor, totalmente innecesario. Les digo que me digo todos los días lo
mismo que les estoy diciendo a ellos. Les digo que me digo que busco lo que
para mí es la verdad. Les digo que me digo que me encuentro haciendo lo mismo
que ellos me hacen a mí. Les digo que me digo que paremos. Y sobretodo les digo
que nos digamos que siempre es sano elegir amar, decidir, respirar. Les digo
que de la única identidad de la que hay que ocuparse en buscar es la que nos
identifique por lo que significativamente somos: humanos.