martes, 18 de octubre de 2016

Reflexiones de la Existencia Utópica XI: La palabra prohibida

Nombre de la imagen según la encontré: Hombre con la mano en el pecho sufriendo el abandono.

De dónde viene todo este dolor? A qué se deben las estrictas reglas de querer mantener aquello que se crea con la mente que no piensa? Por qué esas creencias impuestas invaden el espacio que soy, que somos? Las ansiedades que convocan a los miedos; y estos que se escurren por las fibras de los músculos: horribles escalofríos de desesperación. La palabra que revive el horror se presenta al cerrar los ojos, porque sabés que nunca se fue, que el rostro está horriblemente presente en tus pupilas. No pronuncies esa palabra, no la digas en voz alta, no la pienses siquiera, que su magnitud es más tenebrosa que la idea de la desaparición... No, no la digas...por qué insistís?? Destruite! Desintegrate completamente y dejame en paz. No menciones tu peor miedo, no, por favor. Lo ruego, hoy no. Hoy no me abandones.